Miguel Angel Asturias escribió "El señor presidente" hace más de 60 años con el objetivo de denunciar una típica dictadura latinoamericana de la primera mitad del siglo XX. Su mensaje, sin embargo, sigue resonando en la Venezuela actual, según el realizador Rómulo Guardia.
Guardia estrenará a fines de noviembre una versión cinematográfica libre de la novela del escritor guatemalteco, ganador del Premio Nobel de Literatura, ambientada en una Venezuela hipotética en el 2021.
La cinta, llamada "Sr. Presidente", tiene un alto contenido político, empezando por el hecho de que transcurre en el 2021. El presidente Hugo Chávez ha dicho que se propone gobernar hasta ese año, en que se cumplirá el bicentenario de la Batalla de Carabobo, clave en la independencia de Venezuela.
"Imagínate si las cosas siguen como ahora, de aquí a 10 años más o hasta el 2021. Eso es lo que tratamos de decir", expresó Guardia.
La novela de Asturias transcurre en 1920 y retrata de manera caricaturesca y ridícula el abuso de poder de un dictador latinoamericano, una lucha entre el bien y el mal narrada en la película a través de una historia de amor frustrado por la tiranía y las trágicas consecuencias sociales de la omnipotencia del presidente.
"Las similitudes con la historia venezolana son circunstanciales, en realidad", dijo Guardia en entrevista con la AP.
"Buscamos que sea de alguna forma un mensaje de lo que nos está pasando, no solamente aquí (en Venezuela), sino lo que nos ha pasado el último siglo en Latinoamérica... Que las ideologías y los poderes han sido para beneficiar a los gobernantes y nunca para beneficiar a la masa en nombre de quien ha llegado a ese poder", agregó Guardia, quien comenzó su carrera en la década de 1980 como director de videos musicales y fue productor de las cadenas MTV Latinoamérica y Discovery Networks.
Guardia fue hasta hace poco gerente de producciones especiales de RCTV, televisora que produjo el filme y a la que el gobierno no renovó la concesión de su señal, argumentando que obedece a "oligarquías fascistas" que hacen oposición constante a Chávez. El canal reanudó poco después sus transmisiones por televisión por suscripción.
"Sr. Presidente" es la primera película que produce RCTV en casi 20 años y Guardia no niega su mensaje político. De hecho, admite que "apuramos el paso" para que pudiese ser estrenada antes del referéndum del 2 de diciembre, en el que el electorado se pronunciará en torno a las reformas constitucionales que impulsó Chávez.
Las reformas aprobadas por el Congreso dan a Chávez la posibilidad de postularse indefinidamente para la reelección y poder absoluto para declarar estado de excepción sin la tutela del tribunal Supremo de Justicia, lo que podría restringir la libertad de información.
Gustavo Rodríguez, veterano actor venezolano que encarna al "Sr. Presidente" en la película, dijo a la AP que "fue un gran reto" hacer ese papel y el momento más "desgarrador" fue "la escena en la que el personaje está ebrio, se siente impotente... una escena muy visceral, muy descarnada".
"Me gustó mucho hacerla. Es cuando se muestra el ocaso del dictador", señaló.
El actor reconoció que la cinta también "es una advertencia a la realidad latinoamericana", pues "es una película que deja al desnudo una serie de circunstancias que son realmente criticables en una sociedad".
Guardia insiste en que "el mensaje es contra la tiranía; no contra ésta, contra todas".
Agrega que cambió el final de la novela de Asturias "para dejar unos hilos de esperanza".
"En nuestra versión el presidente envía a la joven protagonista al manicomio y se queda con el hijo por 40 años. La película empieza con ese hijo tratando de saber la verdadera historia, y no la que le contó el presidente", apunta el director.
El director destacó también que los problemas político-sociales venezolanos datan de hace mucho, de cuando "vivíamos una seudodemocracia".
"Es una forma de hacerle ver a la gente que nos han estado engañando toda la vida, que hemos vivido siempre oprimidos. Que ahora es más obvio, bueno, son circunstancias", concluyó el cineasta.
El rodaje de la película se hizo casi íntegro en Caracas, prácticamente en la clandestinidad, y terminó el 28 de mayo, justo el día del cierre de RCTV, apuntó Guardia.
El realizador cree que muchos recursos y permisos para filmar en distintas locaciones les fueron negados "por ser RCTV".
"Estábamos a días del cierre... y hubo mucho miedo de parte de responsables de las locaciones", comenta. "No ha habido un ataque frontal ... (Pero) creo que puede venir en cualquier momento a menos que vean la película, (que) no es una película en contra de nada, es una película en pro de todo".
sábado, 10 de noviembre de 2007
Agitación política en Venezuela llega al cine
Publicado por Rafael Medina Columna en 9:20
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